Diario de Yucatán 12/12/2009

El transporte necesita voluntad
Sus problemas son de tipo cultural, dice el gobierno
12/12/2009

El director de Transporte del gobierno del Estado, Henry Sosa Marrufo, tiene confianza en que este gobierno hará los cambios necesarios para mejorar el transporte urbano en Mérida.

Sin embargo, para ello, dice, se necesita la voluntad de todos los sectores porque la problemática del transporte es cultural. No sólo la autoridad debe dar la pauta al cambio al que aspiran sino también que el concesionario debe apoyar las medidas y el usuario debe entender que no debe pedir parada en cualquier lugar y tampoco dañar las unidades de transporte.

La actual administración tiene intenciones de mejorar el servicio. Dio el primer paso de ese reordenamiento con la puesta en marcha del Consejo Consultivo del Transporte de Yucatán en marzo de 2008, pero este organismo, según su integrante René Flores Ayora, del Ayuntamiento de Mérida, casi no se reúne para analizar la problemática y tomar acuerdos en forma colegiada. La Dirección de Transporte es la que dicta los acuerdos, y dio su primer paso con la fijación de la tarifa social y el 30 de noviembre puso en marcha la renovación de credenciales estudiantiles por una nueva que se llama Credencial Inteligente de Transporte Urbano (Citur), que beneficiará a aproximadamente 70,000 estudiantes (que pagarán $3) y 20,000 discapacitados, profesionales desempleados y familias pobres.

Otra medida que está a punto aplicar el gobierno es la reestructuración de las primeras 70 rutas concesionadas, del total de 220 que tiene la ciudad. El plan, según explicó Henry Sosa, es reducir el número de unidades donde haya saturación de vehículos, ampliar el número donde haga falta y rediseñar la trayectoria de los camiones para que ya no vayan en “rutas caracol” para que disminuyan los tiempos de viaje.

“Es un proyecto muy grande a largo plazo y hay que vincularnos con otras autoridades porque tenemos que quitar semáforos y poner nuevos paraderos”, adelantó el funcionario.

Otro problema serio es la flota de unidades de pasajeros. Son 1,793 autobuses, minibuses y combis que dan el servicio y apenas 700 unidades son de modelo reciente. Hay una gran cantidad de camiones deteriorados, algunos de los cuales no cumplen con la normatividad ambiental y por ello no los han reemplacado.

No circulan con autorización y cuando se les detecta los sacan de las rutas. Sin embargo, en las calles y paraderos, como en la 56 con 59, varias unidades son viejas y en cada aceleramiento expulsan nubes de humo negro, que provocan tos e irritabilidad de ojos.

Con apoyo de un estudio que realiza el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se aspira a modernizar la flota con camiones ecológicos y panorámicos “como los que se utilizan en el Distrito Federal”, pero ese plan no es a corto plazo.

En este trabajo de modernización, Henry Sosa Marrufo y el subdirector de Transporte Municipal, René Flores Ayora, reconocieron la voluntad del Frente Unico de Trabajadores del Volante (FUTV), porque el 96% de sus unidades son modernas y ha construido terminales para sus taxis colectivos para no ocupar las calles.

“Don Nerio (Torres Ortiz, líder del FUTV) tiene puesta la camiseta a favor del transporte y da el ejemplo de que en este problema no debe haber intereses partidistas”, señaló Flores Ayora.

El servicio se enfrenta a quejas todos los días, pero Sosa Marrufo aseguró que van en descenso. Antes eran incontables, ahora son 15 en promedio. También ya cambió el tipo de quejas. Antes era porque no daban parada a los ancianos, discapacitados o estudiantes. Ahora son, en su mayoría, porque los operadores hablan por celular o van con las puertas abiertas y en menor cantidad, no dan boleto o cambio, no respetan la tarifa autorizada.

Ahora la ciudadanía puede participar en la vigilancia del servicio y para ello puso a disposición del público los teléfonos gratuitos 072 y el 01-800-89099192. Todas las quejas, según Henry Sosa, se investigan y sancionan si se comprueban las acusaciones. Cada mes la dependencia aplica 200 multas, que cobra el gobierno del Estado, y los autobuses urbanos han participado en 63 accidentes de tránsito “pero muchas veces los operadores no son los responsables”, justifica Sosa Marrufo.

No hay plazos para que Mérida tenga un servicio de transporte urbano al “estilo del D.F.”, pero el intento sigue.— Joaquín Chan Caamal